Espacio dedicado a desarrollar las competencias lectoras en los alumnos.
Este blog está diseñado pensando en tí, en lo que podemos compartir fuera del aula, de las cosas que no alcanzamos a comentar en ese espacio tan breve que tenemos en la escuela, eres libre de hacer tus comentarios, recuerda que cada una de tus participaciones será con tu nombre real y grupo para saber quien las hace. Bueno pues empecemos y ayúdame a enriquecerlo entrando diariamente o tan frecuente como puedas.
Les invito a escribir y compartir calaveritas literarias, así que ¡adelante!, compártenos una, la cual puede estar dedicada para tu maestro favorito o para el que no lo es tanto, cuida que sea original, curiosa, respetuosa y grandiosa, ¡premiaré a los tres primeros lugares por grupo!, anímate y ¡a escribir se ha dicho!
Ahhh, pero algo si les pido es que no la copien de por ahí ya que bien se da uno cuenta de ello, haz el esfuerzo y ¡a darle que es mole de olla!
Puedes enviarlas al e-mail cafeliterario584@gmail.com y también publicarlas en comentarios.
Calaverita a mis apreciados alumnos de Primer Grado
Estaban los alumnos de primero
de la secundaria Sebastián,
haciendo un gran fiestón,
cuando de pronto, en el umbral,
la calavera pezcó a un montón.
A los más aburridos,
los jaló del vestido,
a los más traviesos,
se los llevó expreso,
a los más entrones,
se los llevó de los calzones.
De pronto unos cuantos se le revelaron,
le dieron unos golpes de karate,
otros más le jalaron el paliacate,
el caso es que entre unos y otros,
intentaron rescatar,
a su orientadora que no dejaba de gritar.
¡Tranquilos!, -les dijo la catrina
mejor vamos a hacer un trato,
escojo a todo aquel
que nomás se viene a hacer pato.
Entre gritos y empujones,
casi todos abandonaron
esa deliciosa velada,
para que no se los cargara
la chin...... muerte, jajajaja
Ya que la mayoría
coscientes estaban
de su gran pecadón, que a cuestas cargaban, así quemejor se fueron
Les invito a escribir y compartir calaveritas literarias, así que ¡adelante!, compártenos una, la cual puede estar dedicada para tu maestro favorito o para el que no lo es tanto, cuida que sea original, curiosa, respetuosa y grandiosa, ¡premiaré a los tres primeros lugares por grupo!, anímate y ¡a escribir se ha dicho!
Ahhh, pero algo si les pido es que no la copien de por ahí ya que bien se da uno cuenta de ello, haz el esfuerzo y ¡a darle que es mole de olla!
Puedes enviarlas al e-mail cafeliterario584@gmail.com y también publicarlas en comentarios.
Calaverita a mis apreciados alumnos de Primer Grado
Estaban los alumnos de primero
de la secundaria Sebastián,
haciendo un gran fiestón,
cuando de pronto, en el umbral,
la catrina pezcó a un montón.
A los más aburridos,
los jaló del vestido,
a los más traviesos,
se los llevó expreso,
a los más entrones,
se los llevó de los calzones.
De pronto unos cuantos se le revelaron,
le dieron unos golpes de karate,
otros más le jalaron el paliacate,
el caso es que entre unos y otros,
intentaron rescatar,
a su orientadora que no dejaba de gritar,
después de un rato forcejear,
le dijeron a la muerte
que mejor se la iban a dejar.
¡Tranquilos!, -les dijo la catrina
mejor vamos a hacer un trato,
escojo a todo aquel
que nomás se viene a hacer pato.
Entre gritos y empujones,
casi todos abandonaron
esa deliciosa velada,
para que no se los cargara
la ching... muerte, jajajaja.
Ya que la mayoría
conscientes estaban
de su gran pecadón, que a cuestas cargaban, así que mejor se fueron
a hacer bulto al panteón
a ver que encontraban.
Y lo único que vieron al entrar
fue a su maestra de Español
que no dejaba de molestar.
Así que decidieron
pactar con la huesuda
para ver si mejor
se llevaba a la testaruda.
La muerte aceptó de inmediato
y a la maestra Irma
se la llevó ipso facto.
Autora:Profesora Irma Santoyo Salto
¡Mantengamos vivas nuestras tradiciones!
El día de muertos es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad, ¡no permitamos que desaparezca!, sé parte de las celebraciones y recuerda con amor a tus seres queridos que se nos adelantaron en el camino.
Te invito a que veas detenidamente lo siguiente, ¡puedes invitar a tus padres, hermanos o familiares para compartirlas!:
¿Cómo clasificarías cada historia?, es decir, ¿Es mito o leyenda?, ¿porqué?
¿Cómo los clasificas? ¿mito o leyenda? y ¿Por qué?
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Ahora los invito a leer las siguientes leyendas y
contesta en los comentarios y en tu libreta las preguntas:
1.- ¿En qué son parecidas?
2.- ¿En qué son diferentes?
3.-¿Cuál crees que sea la base real de éstas?
4.-Pregunta a tus abuelos, a tus padres o familiares adultos
que te cuenten la leyenda de la llorona y escríbela.
5.-¿Has visto u oido a la llorona?, ¡Cuéntanoslo!
***********
Leyenda de la Llorona
Cuenta la leyenda que en un lejano pueblo vivía una
joven mujer junto con sus tres hijitos, todo iba muy bien, los niños eran muy
felices y su madre los quería muchísimo. Pero una noche lluviosa de invierno
ocurrió algo terrible.
Como les digo, aquella noche, llegó a casa el padre,
quien los había abandonado tiempo atrás. Sin él la familia era feliz y esa noche sus
gritos y borracheras se volverían a notar en la casa, por no hablar de las
brutales palizas que tanto los niños como la madre sufrirían. La mujer siempre
había rezado para que no regresara nunca más, pero el destino quiso otra cosa.
Con su odio, el hombre botó de un puñete la puerta y
entró gritando que todos fueran a recibirlo, los niños, espantados, se
escondieron y la madre, por amor a sus hijos, se enfrentó cara a cara con su
marido. La mujer sufrió un golpe que la dejó sin sentido durante varias horas.
Cuando despertó, buscó a sus hijos por todos los rincones de la casa pero ni
los niños ni su marido se hallaban por ninguna parte, desesperada, corrió bajo
la tormenta llorando y gritando sus nombres, pasaron días, meses, años, muchos
años...
Hasta que una noche murió de tristeza, nadie supo nada
de los niños, nadie los vio nunca más, no aparecieron sus cuerpos o alguna señal
del hombre que se los llevó.
Desde entonces se dice que su espíritu no descansa en
paz y todas las noches se le oye llorar y lamentar con tristeza por los
alrededores de un estero. Las mujeres corren tras sus hijos para esconderlos,
ya que cuentan que se los puede llevar la llorona, para volver a ser feliz.
De los campos a las ciudades emigran muchas jovencitas
en busca de su sueño, de estudios y de tener mejores trajes y dinero para
ayudar a sus familias.
Esta como muchas llegó a la ciudad y se empleo en casa
de ricos, enamorándose de su hijo el cual cruelmente la dejó embarazada y luego
la despidió de su trabajo.
No habiendo más que hacer, se devolvió a su casa
escondiendo su hijo bajo su delantal, lo cual no logró por mucho tiempo, su
familia, apegada al cristianismo, comenzó a decirle su error a todas horas,
creándole gran angustia.
Una noche bajo un gran aguacero corrió hacia el río y
pariéndolo lo lanzó a la corriente, al ver lo que había hecho se lanzó detrás
del niño gritando y llorando.
Todavía en las noches de luna después de una creciente
se oye el llanto de esta mujer, y se puede verle tras el rayo de luna en el
agua del río, tratando de alcanzar a su hijo.
Dicen que el señor en su gran misericordia tendrá
compasión de ella y que algún día lo alcanzará, volverá a la vida y será un
gran hombre revolucionario de la sociedad.
*******
LA LLORONA
En las altas horas de la noche, cuando todo parece
dormido y sólo se escuchan los gritos rudos con que los boyeros avivan la
marcha lenta de sus animales, dicen los campesinos que allá, por el río,
alejándose y acercándose con intervalos, deteniéndose en los frescos remansos
que sirven de aguada a los bueyes y caballos de las cercanías, una voz
lastimera llama la atención de los viajeros.
Es una voz de mujer que solloza, que vaga por las
márgenes del río buscando algo, algo que ha perdido y que no hallará jamás.
Atemoriza a los chicuelos que han oído, contada por los labios marchitos de la
abuela, la historia enternecedora de aquella mujer que vive en los potreros,
interrumpiendo el silencio de la noche con su gemido eterno.
Era una pobre campesina cuya adolescencia se había
deslizado en medio de la tranquilidad escuchando con agrado los pajarillos que
se columpiaban alegres en las ramas de los higuerones. Abandonaba su lecho
cuando el canto del gallo anunciaba la aurora, y se dirigía hacia el río a
traer agua con sus tinajas de barro, despertando, al pasar, a las vacas que
descansaban en el camino.
Era feliz amando la naturaleza; pero una vez que llegó
a la hacienda de la familia del patrón en la época de verano, la hermosa
campesina pudo observar el lujo y la coquetería de las señoritas que venían de
San José. Hizo la comparación entre los encantos de aquellas mujeres y los
suyos; vio que su cuerpo era tan cimbreante como el de ellas, que poseían una
bonita cara, una sonrisa trastornadora, y se dedicó a imitarías.
Como era hacendosa, la patrona la tomó a su servicio y
la trajo a la capital donde, al poco tiempo, fue corrompida por sus compañeras
y los grandes vicios que se tienen en las capitales, y el grado de libertinaje
en el que son absorbidas por las metrópolis. Fue seducida por un jovencito de
esos que en los salones se dan tono con su cultura y que, con frecuencia,
amanecen completamente ebrios en las casas de tolerancia. Cuando sintió que iba
a ser madre, se retiró "de la capital y volvió a la casa paterna. A
escondidas de su familia dio a luz a una preciosa niñita que arrojó enseguida
al sitio en donde el río era mas profundo, en un momento de incapacidad y temor
a enfrentar a un padre o una sociedad que actuó de esa forma. Después se volvió
loca y, según los campesinos, el arrepentimiento la hace vagar ahora por las
orillas de los riachuelos buscando siempre el cadáver de su hija que no volverá
a encontrar.
Esta triste leyenda que, día a día la vemos con más
frecuencia que ayer, debido al crecimiento de la sociedad, de que ya no son los
ríos, sino las letrinas y tanques sépticos donde el respeto por la vida ha
pasado a otro plano, nos lleva a pensar que estamos obligados a educar más a
nuestros hijos e hijas, para evitar lamentarnos y ser más consecuentes con lo
que nos rodea. De entonces acá, oye el viajero a la orilla de los ríos, cuando
en callada noche atraviesa el bosque, aves quejumbrosos, desgarradores y
terribles que paralizan la sangre. Es la Llorona que busca a su hija...
Se dice que existió una mujer indígena que tenía un romance con un
caballero español. Fruto de esta pasión, nacieron tres niños, que la madre atendía
siempre en forma devota. Cuando la joven comienza a pedir que la relación sea
formalizada, el caballero la esquivaba, quizás por temor al que dirán. Dicho y
hecho, un tiempo después, el hombre dejó a la joven y se casó con una dama
española de alta sociedad. Cuando la mujer se enteró, dolida y totalmente
desesperada, asesinó a sus tres hijos ahogándolos en un río. Luego se suicida
por que claro, no soporta la culpa.
Desde ese día, se escucha el lamento lleno de dolor de la joven en el río donde esto
ocurrió. Luego de que México fuera establecido, comenzó un toque de queda a las
once de la noche y nadie podía salir. Es desde entonces que dicen escuchar un
lamento cerca de la plaza mayor, y que al ver por las ventanas para ver quien
llamaba a sus hijos de forma desesperada, veían una mujer vestida enteramente
de blanco, delgada y que se esfumaba en el lago de Texcoco.
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